Huellas Salvajes
"I went to the woods because I wished to live deliberately, to front only the essential facts of life, and see if I could not learn what it had to teach, and not, when I came to die, discover that I had not lived"
H.D.Thoreau
21 de diciembre de 2011
Payada a un Hombre Perdido
22 de noviembre de 2011
"No Soy"
19 de noviembre de 2011
Zambita de un recuerdo
15 de octubre de 2011
"En compañia de la Soledad"
11 de septiembre de 2011
"El Mendigo"
9 de septiembre de 2011
"Volando"
2 de agosto de 2011
"El Viejo Sabio"
“El viejo sabio”
Conocí una vez un viejo sabio, lo encontré un día mientras caminaba por el campo en busca de algo, recuerdo que mientras me abría paso, mis pensamientos caminaban conmigo centrados en esa búsqueda, cuando deje atrás un montecito que estaba atravesando y levante la cabeza, vi a lo lejos aquella pequeña colina que lindaba con el celeste medio desteñido de un melancólico atardecer, sobre el una figura me llamo la atención y le clamo a mi curiosidad que se acercase. Para llegar allí tuve que atravesar un extenso trigal, esos miles de plantines que rodeaban a aquel extraño viejo cumplían generosamente el papel de sus mas sinceros discípulos, danzando con sus cabellos dorados robados al sol, sobre las notas del viento.
Me acerque preguntándome que es lo que estaría haciendo el viejo en ese lugar, pero al acercarme, mi presencia no logro inmutarlo en lo mas mínimo, permaneció callado sin siquiera responder a mis preguntas, expectante, atento, observador, y yo, me sentía como un insecto sobrevolando a su alrededor sin ser percibido , permanecí allí un rato y luego partí de vuelta, bastante confundido con la peculiar situación.
Al día siguiente algo molestaba mis pensamientos, la incomprensión del echo no me dejaba en paz, por lo que tuve que volver al lugar, ¿Qué hacia ese viejo allí, solo? ¿Qué estaría buscando? Cuando llegue al lugar, el estaba en la misma posición que el día anterior, y nuevamente a mis preguntas solo les siguió el silbido del viento tardío que domesticaba las hierbas, continuaba siendo ignorado, por lo que me quede un largo rato esperando, hasta que la huida del sol me mando de un disparo de vuelta a la casa.
No iba a rendirme, algo ocultaba aquel viejo, y lo intuía fuertemente, asíque regresé, una y otra vez, volviendo siempre con los bolsillos vacíos. Con el tiempo el cansancio empezó a llevarme la delantera por lo que mis visitas fueron cada vez menos frecuentes, hasta que llego el día en que la paciencia se me había oxidado, y empezaron los gritos, los insultos salieron chillando de mi garganta tan fuerte que me quede sin voz, pero el no respondió, y permaneció como de costumbre inmóvil, sin siquiera percatarse de mi presencia, cuando me aleje la humillación ardía en mi rostro, nunca me había sentido tan idiota en mi vida.
Así el tiempo se transformo en algunos inviernos y las mismas primaveras, Sabia que en algún momento tenia que fijarme si seguía allí, y si volví a el, fue empujado por el agobio de mis penas que se volvían cada día mas pesadas, me alegre de saber que no se había ido a ninguna parte, cuando lo vi me acerqué y lo abrasé, al rato explote en llantos sobre el, pero, como era su costumbre el continuaba firmemente imperturbable, a pesar de ello sentí que se alegraba de tenerme allí. En ese momento entendí algo.
Volví nuevamente a mis visitas frecuentes, pero esta vez, no esperando algo de el, sino aprendiendo.
Con el tiempo descubrí sus secretos mejor guardados, y los encontré con las llaves de la paciencia y la confianza.
Comprendí el sentido de su silencio, y dentro suyo, el valor sagrado de la palabra, y como su derroche y abusos desembocan en las mentiras que encierra, en las falsedades que dibuja y los pecados que acompaña.
Entonces develé el misterio del silencio, no hay nada en el mundo que no pueda ser expresado sin palabras, pero hay mucho que no podemos sentir sin ellas, porque su sobre consumo insensibilizo nuestros espíritus.
Comprendí su paciencia infranqueable y su desden por el paso del tiempo, entonces entendí que la vida y el tiempo son dos caminos que se cruzan, quien corre tras el reloj cazando cada segundo que se escapa, se olvida de la vida, y quien llena sus pasos de vida, no escucha el chasquido del látigo en el pasar de las agujas. Porque el tiempo es un tirano que no oye a nadie y arrastra al mundo, y quien disfruta la vida es el bárbaro del otro lado del imperio que no lo necesita ni le teme.
Comprendí su soledad, esa compañera que le cantaba en las melodías del silencio, despertando y haciendo danzar sus pensamientos. Ese incienso que lo sumía en el encuentro consigo mismo.
Finalmente comprendí su respeto por el destino, pues nunca se quejo de donde el viento había arrojado sus semillas, ni por la soledad que le rodeaba estando lejos de aquel monte, ni por las inclemencias del tiempo, ni por la falta de abrigo en aquella desamparada colina, todo lo tomo con aceptación y una callada alegría por serle fiel y confiar en su designio.
Entonces finalmente descubrí que aquel enorme y desgastado sauce no podía ser mas que un viejo sabio.
Árbol que crece sin cuestionamientos, agradeciendo y abriéndose al cielo en homenaje por dejarlo ser. Que guarda en su corteza el silencio del sabio y en su sabia la paciencia de un Dios. Que se mantiene firme en sus raíces sin dejarse mover y que se sumerge en la tierra por el néctar de la humildad. Que observa todo y calla sus prejuicios, y que en su eterno silencio dice mas que aquellos que viven para hablar.
Encontré al mas sabio en aquel árbol que envejece, enseñando en las palabras de su silencio.
F.V.
30 de julio de 2011
"Viaje al Olvido"
24 de julio de 2011
Quiero ser...
Algo que sea lo que aun no soy;
Sin dejar de ser quien soy;
Algo que siga siendo, luego de ser;
No quiero ser parte de un único ser;
Pero tampoco de la otra parte que es, sin ser;
Quiero ser eso que nadie es;
Pero que alguno una vez fue;
Ese no ser que resulta mas que todo ser.
Quiero ser porque no soy;
Aunque ese saber que no soy, buscando ser;
Me hace ser mas que aquellos que siendo, ya no serán;
No busco dejar de ser lo que soy;
Porque ese no ser, nunca me hará ser;
Ayer no era lo que hoy soy;
Mañana ya no sere, sino el recuerdo de lo que fui;
Hoy simplemente soy, buscando ser.
F.V.